La importancia de los indicadores financieros en las empresas modernas
Docente del Diplomado en Administración y Gestión Empresarial
Uno de los aspectos más importantes para los empresarios, gerentes y todo tipo de stakeholders es conocer la situación actual y la situación futura de sus empresas, la primera para saber si están generando valor por el dinero invertido y el esfuerzo que se ha hecho en cierto tiempo, y la segunda para proyectar cómo le irá a la empresa en el futuro y anticiparse a todos los escenarios posibles.
Esto ha tomado más importancia aún en estos tiempos de estado de emergencia por la pandemia de Covid-19, en los que se necesita tomar decisiones urgentes para mantener la operatividad de las empresas y en la que muchas empresas han tenido que disminuir o parar sus operaciones, dejando a muchas personas sin empleo; pero también existen empresas que han podido sobrellevar el problema y esperar a que la economía se reactive, probablemente porque han sabido monitorear adecuadamente sus finanzas los últimos años, con ayuda de los llamados “indicadores financieros”.
Primero se debe recordar que una empresa que viene funcionando en periodos anteriores cuenta con una información histórica la cual se puede apreciar en sus estados financieros. Pero también cabe la posibilidad que la misma empresa tenga proyectos a futuro, por ejemplo, abrir una nueva sucursal, o lanzar nuevos productos al mercado, o simplemente comprar maquinaria o equipos nuevos. Para ambas situaciones de presente y futuro surgen los indicadores financieros.
Cabe hacer de conocimiento aquí para todo tipo de público que cuando hablamos de los estados financieros, mencionamos al estado de situación financiera, al estado de resultados, al estado de cambios en el patrimonio neto y al estado de flujos de efectivo, más sus notas explicativas, y si estos estados financieros son auditados, mucho mejor, para brindar la confianza necesaria de esa información a todos los usuarios. Es función de los contadores públicos elaborar y presentar los estados financieros de acuerdo a un marco contable de referencia, pero también es obligación de los gerentes y empresarios saber darle la lectura adecuada a los mismos.
Para medir la situación financiera y económica actual de las empresas, tomando en cuenta a los estados financieros ya mencionados anteriormente, hablamos de los indicadores financieros o ratios de rentabilidad, de liquidez, de solvencia, de gestión, entre otros que se puedan crear como una mixtura de ellos.
La rentabilidad es muy importante para que los stakeholders conozcan si la empresa está obteniendo utilidades netas y provee un retorno (visto desde las tasas de interés) de cada sol que se ha invertido en la empresa.
La liquidez complementa el primer análisis para conocer si la empresa cuenta con dinero en efectivo o equivalentes de efectivo, al mismo tiempo que genera utilidades netas. Puede pasar que empresas que obtienen utilidades netas y una alta rentabilidad, no cuentan con liquidez, ya que las primeras contienen información contable, y las segundas solo toman en cuenta el efectivo. Por ello es importante no solo mirar al estado de resultados y al estado de situación financiera como sucede habitualmente, sino también resaltar la importancia del estado de flujos de efectivo. Los ratios de solvencia mostrarán la capacidad de la empresa para endeudarse con terceros y afrontar estas deudas, y por último los ratios de gestión medirán la eficiencia con la que la gerencia administra sus activos y pasivos, esta eficiencia es la que verá su fruto para lograr la rentabilidad y la liquidez tan ansiadas.
En las últimas décadas han surgido alternativas de ratios como el de análisis DUPONT o el Valor económico agregado (VAE o EVA por sus siglas en inglés) los cuales son un mix de los anteriores explicados. Asimismo, cada sector, como por ejemplo el bancario, maneja su propio pull de ratios de acuerdo a su necesidad.
Cuando la empresa mira al futuro cobran gran importancia los presupuestos, los estados financieros proyectados o también llamados “proforma”, y sobre todo y muy importante, el llamado flujo de caja proyectado.
Asimismo, si se mira al futuro entramos al campo de las finanzas propiamente, y es recomendable conocer sobre matemática financiera, conceptos del costo financiero, el valor del dinero en el tiempo, el riesgo y otros que necesita un profesional o emprendedor que esté interesado en ello.
Aquí es donde se mencionan a indicadores financieros que permitirán una adecuada medición a la información futura, como son las herramientas del Valor Actual Neto (VAN), la Tasa Interna de Retorno (TIR), el Periodo de la Recuperación (PR), el Rendimiento Contable Promedio (RCP), entre otros. Estos indicadores financieros ayudarán a conocer la rentabilidad, la liquidez, la solvencia y la gestión que se obtendrán para lograr los objetivos financieros futuros.
Y ya que se menciona a los objetivos financieros, estamos entrando al campo de la planificación, es decir, no todo parte de la contabilidad y finanzas, sino que desde el plan estratégico de la empresa se deben definir los objetivos financieros a largo plazo y sus metas anuales, los cuales deben contar con una herramienta de operacionalización y monitoreo adecuado (se puede utilizar al Balanced scorecard para ello).
Es en esta herramienta en donde se definen qué indicadores o ratios permitirán medir si la empresa está cumpliendo con el objetivo de rentabilidad, de liquidez, de solvencia y de gestión. Es decir, todo está enlazado desde la planificación, la ejecución y las proyecciones.
En conclusión, los indicadores financieros se encuentran en cada etapa de la gestión estratégica y financiera de una empresa, por ello es importante que se establezcan desde la alta dirección hacia las áreas que realizarán el control. Estas épocas de emergencia nos han enseñado que más vale prevenir que lamentar. Si no realizaste este monitoreo diario o mensual, y menos aún, anual, nunca es tarde sobre todo en la reactivación económica tan esperada por todos los peruanos.