La eficiencia laboral
Al hablar de eficiencia laboral en términos empresariales, nos referimos a la intensa competencia que las empresas tienen que enfrentarse cada día, siendo la mano de obra la más importante para el crecimiento empresarial; por ello, mantener la productividad del equipo en su nivel máximo debería ser una de tus principales preocupaciones, pues supone la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Los equipos altamente motivados son más eficientes, mientras que la desmotivación del personal está estrechamente ligada a un descenso en la productividad laboral, en definitiva podemos considerarlo como un trabajo psicológico.
Es por ello que una de los mejores métodos para mejorar el ambiente de trabajo y la productividad de la empresa es el ‘bridge building’, las empresas lo ponen en práctica para mejorar la comunicación entre las oficinas y departamentos, claro que no es la única estrategia y todas van dirigidas a fomentar la confianza y el compromiso.
El bridge building fue un concepto acuñado por Jordi Robert-Ribes, fundador de Connecting Perspectives (una consultora que ayuda a los directivos a mejorar la comunicación y colaboración entre departamentos), que consiste en crear puentes entre personas de equipos distintos. No es la única fórmula, pero sí una de las pocas que ha sido bautizada y cuenta con una metodología desarrollada.
En este método, apenas se produce comunicación entre los profesionales de distintas áreas porque éstos suelen sentarse cerca de sus compañeros de equipo, elementos indispensables para conocer la realidad del trabajo dentro de la empresa.
Otra fórmula efectiva es la movilidad interna. Hace algún tiempo, los profesionales de alto potencial e impacto rotaban por las diferentes áreas de la compañía para empaparse del funcionamiento y engranaje de la compañía. No obstante, con un mercado de trabajo seducido por los perfiles ad hoc, este método ha sido en buena parte olvidado.
Para mejorar la productividad de una empresa no siempre es necesaria una gran inversión en tecnología. Debemos tratar de medir lo que realmente hacen y gastan los empleados. Todo profesional que trabaje para una compañía genera un ROI, es decir, un retorno sobre la inversión acometida por la empresa. Las organizaciones pueden analizarlo a través de las evaluaciones de desempeño, así podremos canalizar como se desarrolla el trabajo y las necesidades o carencias que esta pueda tener.