Actitud o aptitud: ¿cuál es más determinante al emprender?
Al momento de emprender un negocio o una empresa pueden surgir muchas dudas. Una de ellas está relacionada con los factores que son determinantes para el éxito de la iniciativa comercial, como por ejemplo, si pesa más la actitud o la aptitud de los integrantes de la organización.
Para aclarar esta inquietud, es importante conocer primero qué significa cada uno de estos términos. La RAE define a la actitud como la disposición o el comportamiento que tiene una persona para hacer las cosas; mientras que la aptitud, es la capacidad para realizar una acción o tarea de forma adecuada.
Ahora que ya sabemos las diferencias entre actitud y aptitud, ¿cuál de ellas debe primar al momento de emprender? La respuesta nos la da el especialista en gestión empresarial, MBA. Marco Alvítez Monteza, quien señala que ambas son igual de importantes y se encuentran al mismo nivel cuando se quiere iniciar un negocio.
¿Por qué? El experto explica que tener actitud es trascendente porque un emprendedor debe caracterizarse por tener voluntad, empeño y esforzarse por sacar adelante su empresa. Sin embargo, no se puede dejar de lado la aptitud, porque siempre debe estar en constante capacitación y adquirir nuevos conocimientos en beneficio del negocio.
No cabe duda que tanto la actitud como la aptitud son factores fundamentales en la empresa pero, ¿qué caracteriza a cada una de ellas? El también colaborador del Instituto Empresa Sociedad IES de la USAT nos cuenta al respecto:
ACTITUDES
Se pueden aprender y siempre deben ser positivas. Por ejemplo:
- Voluntad, fuerza, empeño.
- Saber escuchar a los colaboradores.
- Compromiso con los integrantes de la corporación.
- Tener un enfoque humano.
- Nunca rendirse.
- Adaptarse a los cambios.
- Tener mucha dedicación.
APTITUDES
También se pueden aprender con el tiempo. Las más comunes son:
- Liderazgo y responsabilidad.
- Creatividad para innovar en los negocios con propuestas únicas y diferentes.
- Capacidad para la resolución de problemas.
- Comunicación asertiva, trabajo en equipo.
- Empatía y lealtad con los trabajadores.
- Seguridad en uno mismo.
- Capacidad de aprendizaje.
La aptitud y la actitud deben ser piezas claves en tu quehacer como emprendedor. Con su ayuda podrás cumplir las metas trazadas y lograr que tu corporación pueda triunfar en el mundo empresarial.