Beneficios de las metodologías de innovación
Colaborador del IES USAT
Consultor, mentor y catedrático
Especialista en Gestión empresarial e innovación
También era clave el área de marketing e imagen, debido a que implementar buenas estrategias comerciales, permitía colocar más rápido el producto en los hogares. Sin duda, la publicidad Above The Line (ATL) era la prioridad, aunque era y sigue siendo más costosa. Del mismo modo, las batallas por captar clientes era otro aspecto por considerar y, para ello, los jefes se preocupaban por brindar la mayor cantidad de promociones que los atraigan.
A la fecha, la supervivencia de una empresa está supeditada por su capacidad de innovación. Es decir, mientras más innove en sus diferentes departamentos, obtendrá mejores resultados: más consumidores estarán contentos y los colaboradores se sentirán motivados de trabajar en un ambiente agradable, reconocido y adecuado para estos tiempos.
A su vez, los socios querrán seguir invirtiendo más capital, pues tendrán la rentabilidad esperada, así como el cumplimiento de objetivos. Proveedores de insumos y entidades financieras no dudarán de laborar con ellos al demostrar seriedad y progreso constante.
Por consiguiente, innovar es el secreto revelado para lograr lo planificado a nivel institucional. Sin embargo, es una tarea compleja de realizar si aún no tenemos claro por dónde empezar. Por suerte, existen distintas metodologías que orientan paso a paso el camino a recorrer por parte de los líderes y gestores del cambio.
Las metodologías de innovación tienen varios beneficios que resultan atractivos de implementar, tanto para los emprendimientos con poco tiempo en el mercado, como para los ya consolidados que buscan una diferenciación.
Encontramos, por ejemplo, que permite acelerar el proceso de aceptación del producto o servicio por medio del testeo con el público objetivo. Primero se realiza un prototipo de lo que se desea vender y se encuesta o entrevista a personas para conocer si es adecuado o debe tener mejoras. Ya sea cambiar el color, sabor, tamaño, peso, funcionalidades, materiales utilizados, etc. Teniendo las recomendaciones, procedemos a corregirlas. Repetimos este paso las veces que sean necesarias hasta lograr el visto bueno casi total, pues es casi imposible contar con la aprobación al 100%.
Como consecuencia de esta utilidad también se genera otro gran beneficio que es el ahorro sustancial del dinero. Imaginemos los elevados gastos que hubiéramos tenido al no elaborar el prototipo y enviar directo a producción. La consecuencia hubiera sido de varios productos finales amontonados en almacén sin poder venderse; asimismo, pérdida de tiempo en planificación, mano de obra empleada erróneamente e incremento del consumo de los servicios básicos sin sentido.