Cinco técnicas para identificar riesgos de un proyecto
Apetito de riesgo: el grado de incertidumbre que aceptamos.
Tolerancia: la cantidad de riesgo que estamos dispuestos a enfrentar.
Umbral de riesgo: nivel de riesgo aceptable que se puede tolerar.
¿Qué tipos de riesgos existen? Alain (2016) los clasifica, según su impacto, en riesgos conocidos, aquellos que han sido identificados y analizados, por lo tanto, es posible planificar una respuesta para enfrentarlos. Asimismo, en riesgos desconocidos, aquellos que no han sido distinguidos por lo que su gestión anticipada es imposible.
Otra categoría que propone el autor es la de riesgos positivos u oportunidades, por ejemplo, el uso de una nueva tecnología para mejorar la productividad empresarial. Finalmente, los riesgos negativos o amenazas, por ejemplo, el costo, el tiempo y la calidad del proyecto (Alain, 2016).
También existen los riesgos externos e internos. Los primeros se refieren a la situación política, económica, climática, normativa, etc., que influye en la ejecución de un proyecto. En el segundo caso, se hace referencia a los factores técnicos, estratégicos y operacionales del mismo (EBS, 2020).
¿Cómo podemos identificar un riesgo? Rudas (2017) propone 5 técnicas:
Tormenta de ideas: es una herramienta de trabajo que potencia la creatividad de los equipos para encontrar soluciones a situaciones concretas. La lluvia de ideas o brainstorming permite que los miembros de un equipo o expertos externos identifiquen y creen una lista de riesgos antes de que inicie el proyecto, bajo la supervisión del moderador de la reunión.
Método Delphi: es una técnica para conseguir el consenso de diferentes expertos respecto al tema de riesgos de un proyecto. Un moderador recoge la información de los especialistas mediante un cuestionario y, luego, la distribuye de forma anónima a todo el equipo. El proceso se repite hasta que exista un acuerdo entre los participantes.
Entrevistas: consiste en planificar una reunión entre el líder del proyecto con los stakeholders o grupos de interés, usuarios, expertos, especialistas y personas con conocimientos relevantes para el proyecto. De esta manera, se recaba información sobre los riesgos potenciales que pueden preverse.
Análisis FODA: consiste en identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que existen en el proyecto y en la organización que lo ejecuta. Este diagnóstico permite ampliar nuestra visión, impulsar la comprensión del proyecto y promover el debate, la integración y la síntesis.
Análisis causa-efecto: también se le conoce como espina de pescado o diagrama de Ishikawa. Es un método para crear y clasificar ideas o hipótesis sobre las causas de un problema de manera gráfica. En esta dinámica participan expertos y se realiza un análisis estructurado.
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Referencias:
Alain, M. (2016). Gestión de riesgos en proyectos según el PMBOK. Recuperado de https://bit.ly/30HPaYJ
Ealde Business School. (2020). Tipos de riesgos en gestión de proyectos. Recuperado de https://www.ealde.es/tipos-riesgos-gestion-proyectos/
Rudas, L. (2017). Modelo de gestión de riesgos para proyectos de desarrollo tecnológico. Tesis de maestría. Recuperado de https://bit.ly/3uobGme