Lenguaje publicitario: tips a tener en cuenta en tus campañas
La publicidad permite posicionar un producto o servicio en la mente de un consumidor mediante el uso de un lenguaje persuasivo que permita generar asociaciones y conexiones emocionales.
Esta forma de “comunicarse” con el público tiene como finalidad influir en su atención y conducta. Sin embargo, lograrlo no es tarea sencilla, porque se deben tener en cuenta algunas consideraciones como el uso de valores connotativos y recursos retóricos.
El libro El lenguaje de la publicidad, recoge los siguientes aspectos a tener en cuenta:
- Libertad: la publicidad implica mucha creatividad, por ello, cualquier tipo de innovación es aceptada, desde el uso de neologismos (palabras que se crean), hasta propuestas impactantes o expresiones que llamen la atención del público.
- Economía informativa: las frases que emplees deben ser breves para no cansar al receptor y tener un estilo condensado o directo, es decir, evitar las oraciones innecesarias o que no aporten.
- Oraciones imperativas: estas expresiones indican orden o mandato, lo cual, establece una correspondencia entre la apelación al consumo y las consecuencias positivas que derivan de él. Algunos ejemplos son: atrévete, gana, siente, aprovecha.
- Oraciones exclamativas e interrogativas: las primeras refuerzan el tono imperativo de la frase, mientras que las segundas, llaman la atención del receptor y mantienen el contacto con él.
- Oraciones enunciativas: suelen incluir al receptor en las afirmaciones, teniendo en cuenta sus gustos y las ventajas de un determinado producto en ellos. Además, se pueden emplear personajes con los que logren identificarse.
- Formas de tratamiento: de acuerdo al producto y al tipo de público, se utiliza un trato formal o familiar. Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha priorizado el tuteo en diferentes sectores (usted o tú).
Gradación de adjetivos y adverbios: se emplea el comparativo de superioridad (…tiene mejores ideas…), el comparativo de excelencia (…el más blanco…) y el superlativo absoluto (totalmente, completísimo).